The Belfast chronicles: Culture Night

Como si el Lord Mayor de Belfast fuera mi mejor amigo, el primer viernes que pasé acá fue Culture Night: desde las cuatro de la tarde hasta las diez de la noche se pudo disfrutar de actividades gratuitas como exposiciones de artes visuales, obras interactivas, espectáculos callejeros, conciertos, debates y, después de las diez, after-parties. Pueden encontrar toda la información sobre lo que fue acá http://www.culturenightbelfast.com/ pero igual les cuento mi versión. Una de las primeras cosas que vimos (contra mis expectativas mi sis estaba muy interesada en las artes visuales) fueron unos muñequitos muy simpáticos, una versión cute de los Chapman.

Ustedes dirán “qué bien sacada está esa foto”. Sí, porque no la saqué yo. Pedí permiso para sacar fotos, me lo dieron, y cuando fui a buscar la cámara me di cuenta de que no la había llevado. Por suerte Internet nos salva siempre y pueden encontrar más imágenes de la artista, Ursula Burke (últimamente todos los artistas visuales que me gustan son mujeres, o Murillo) en este link: http://www.goldenfleeceaward.com/site/artists/burke%20ursula/gallery.htm

Tengan en cuenta que son todas miniaturas. Tengo una debilidad por las miniaturas. (Sí, ríanse, me lo busqué).

Pasamos por una muestra de fotografía que podría titularse “nos sobraron un par de fotos en el rollo y no sabíamos qué hacer con ellas”, y después por un pasillito que de un lado tenía unos paisajes de colores muy sueltos que podrían titularse “a ver cómo pintan estos pinceles” de los cuales uno o dos Ruth y yo aceptaríamos colgar en el living; y del otro lado unas imágenes de casitas que parecían hechas por una púber que acababa de comprarse una regla y tenía un poco de tiempo libre. Lo que más me gustó de todo esto fue la idea del pasillito, que te obligaba a tener una percepción específica de cada obra, desde una distancia determinada por el ancho del pasillo y durante un tiempo determinado por la gente que estaba esperando detrás tuyo.

Me gustó un cuartito en el que entrabas y decías “la verdad” o sea, lo que fuera la verdad para vos, eras filmado, y después ibas a formar parte de una creación colectiva.

Yo estaba particularmente interesada en escuchar los Five Minutes Mysteries del Wireless Mystery Theatre. Era una especie de radio teatro en vivo que se escuchaba desde la calle, pero lo más divertido para todo el mundo eran las publicidades entre las historias de misterio, que imitaban el acento norteamericano. Hasta que no me lo explicaron no lo entendí.

Pero sí disfruté mucho de los espectáculos callejeros: magos, una especie de low profile bmx (acrobacias con bicicletas sin que nadie saliera volando) seguido por unos chicos que hacían swing (figuras de fuego) y una “rueda de roedor” gigante... en fin, vean las fotos.

Bastante mala una chica que cantaba con una banda, iban arriba de un camión.

Conclusión, quedé encantada, tomé un poco de ale y dije “ay, pero qué vida tiene esta ciudad”. Mi hermana me dijo que no me entusiasmara: Culture Night es una vez al año.

Las siguientes noches de finde nos dedicamos a recorrer los bares ilustres, cuando terminemos abriré un álbum en FB con las explicaciones correspondientes.